Ahora
que empiezo este blog me ha parecido de justicia dar cuenta de cómo otras personas desde otros blogs han
influido de manera absoluta en mi re-acercamiento a la costura. Y digo
re-acercamiento, porque pasé muchas vacaciones de mi infancia “entre costuras”:
mi abuela y mi tía cosían, y el soniquete de la Wertheim me
despertaba casi todas las mañanas.
Una Wertheim igual a la de mi tía. (Vista aquí) |
Mi
vida profesional se alejó de las agujas, y me separé tanto de ellas, que me
costaba hasta arreglar un bajo (la fliselina fue mi salvación en
muchos casos).
Pasadas
varias décadas, por cuestiones casi-casuales, me encontré en internet,
boquiabierta y sorprendida por la existencia de blogs de costura ¡no tenía ni
idea de que pudieran existir!. El primero y más determinante fue el de La Inglesita: por entonces ella llevaba
poco tiempo cosiendo, según decía, pero su pulcritud era tal, que me quedé pegada
al ordenador. Cosía para
niñas, y eso era lo que yo pretendía hacer, coser para mis pequeñas (nietas). De todos y cada uno de sus post he aprendido
cosas. Desde entonces la sigo cotidianamente.
Luego me encontré con Irene Bullock, que últimamente no escribe (espero que al menos siga cosiendo). Me gusta la chispa de sus comentarios, su naturalidad, y sus modelos… ¡¡menudo fondo de armario!!.
Después conocí, virtualmente claro, a Sewingadicta, cuando la descubrí me quedé horas leyendo sus post. Es todo profesionalidad y glamour. Sus tutoriales están tan bien hechos, que hacen que las cosas parezcan siempre fáciles…, pero no lo son, lo he experimentado en numerosas ocasiones. También la sigo y espero sus entradas con expectación.
Fui
ampliando el expectro: más y más, todos los que he puesto y seguiré poniendo en
el blog roll, de todos he aprendido, todos me han ayudado.
O
sea sé, que teníais algo así como un pariente y no os habíais enterado. Pues ya
lo sabéis, ¡ea!
Coincido plenamente contigo!! Qué será de Irene Bullock!
ResponderEliminarGracias por la parte que me corresponde, me has hecho feliz. Y coincido contigo en la admiración por esas dos compañeras. Son geniales!
ResponderEliminarTú también me has hecho feliz, tanto tiempo visitando tu blog, y hoy te encuentro en el mío. Mil gracias por visitarme y sobre todo por tanto como he podido aprender contigo. Un fuerte abrazo!
Eliminar¡Qué de recuerdos!
ResponderEliminar¿sabes? ese cuarto de coser ha hecho las delicias de todas nosotras... todavía hoy, cerrando los ojos, apenas cuesta recordar cada detalle... y oler lo que se (cocía)cosía y planchaba allí dentro. Nuestra abuela y nuestra tía eran únicas, ¿a qué sí?
¡felicidades, artista! te das una mañaza que pa'qué
Y tus modelos son dos preciosidades!!
Un besazo, prima.
Gracias Juana Mari. Es verdad, cuando encontré la Wertheim me dió un vuelco el corazón, era la mismita, la mismita... Yo también puedo recomponer mentalmente aquel cuarto y aquel arca que servía de tabla gigante para la plancha, y la mesita de los hilos. Desde que coso, las tengo mucho más presentes. Un beso muy fuerte para tí.
Eliminar