Quién dice que la distancia es un obstáculo?. Y no me refiero sólo a Internet –que la atenúa bastante-, me refiero más bien a cuatro palabras mágicas que la elimina de forma radical. Y si no, podéis preguntarle a mi nieta mayor, Selena, que puede recorrer miles de kilómetros en un santiamén, con sólo pronunciarlas:
Treguna – Mecoide – Trecorum – Satis dee
Pues así, tan fácil como eso, nos desplazamos cómodamente, y viajamos sentadas en cualquier cama o en el sofá de casa, según se tercie. Ayuda mucho que al pronunciarlas se dé un par de vueltas a algún objeto redondo: una pelota pequeña, la cabeza de un muñeco, incluso un huevo kínder también vale... Y por supuesto que las palabras sean dichas con convicción y, si se quieren resultados seguros, lo mejor es decírlas al unísono con más personas y con un cierto soniquete.
En realidad, le robamos la idea a la Bruja novata (1971) que, francamente sea dicho, nos ha dado mucho juego –en el sentido más amplio de la frase-. Recordáis esa deliciosa peli?
La señora Eglantine Price estudia brujería por correspondencia con el gran mago Emelius Browne: el objetivo: la "locomoción sustitutiva", y la experimentan junto con los pequeños Carrie, Paul y Charlie recorriendo lugares y maravillosas aventuras subidos en una cama: podían desplazarse por el aire o ir bajo el agua, su único elemento de propulsión era un sencillo “boliche” o pomo, que remataba los barrotes de la cama.
Como la imaginación de los niños es infinita, a partir del momento en que vimos juntas la película, la distancia entre el Cantábrico –donde vive Selena- y el Mediterráneo -donde vivo yo- desapareció como por arte de magia.
Como la imaginación de los niños es infinita, a partir del momento en que vimos juntas la película, la distancia entre el Cantábrico –donde vive Selena- y el Mediterráneo -donde vivo yo- desapareció como por arte de magia.
La comunicación se establece a través del teléfono, y poniéndolo en manos libres ella puede organizar el viaje sin ataduras: prepara los cojines para que el vuelo sea más cómodo, hace acopio de alguna manta si la previsión es atravesar una zona fría, o consigue impermeables y chalecos salvavidas "de colorines" -detalle importante- si vamos a viajar bajo el agua. ¡Sí, impermeables y chalecos salvavidas bajo el agua, no me preguntéis por qué…!.
En esas largas y pintorescas travesías telefónicas (a veces duran más de una hora ¡menos mal que existen las tarifas planas!), nos suelen acompañar Caperucita y Rosy, dos charlatanas que viven conmigo y cuya voz llevo haciendo, cuán ventrilocua loca, hace más de cuatro años. Ni que decir tiene que forman un trío "pá echarse a temblar", si las dejo solas un rato, son capaces de “pincharle” el paraguas a Mary Poppins para que no deje la casa de Jane y Patrick…, o echarle pimienta en el café a la Baronesa Schaeder, de Sonrisas y lágrimas, para que deje de una vez que su padre, el capitán Von Trapp, se case con María…
Algunas imágenes de nuestra última aventura. Ayer, sin ir más lejos. |
En esas largas y pintorescas travesías telefónicas (a veces duran más de una hora ¡menos mal que existen las tarifas planas!), nos suelen acompañar Caperucita y Rosy, dos charlatanas que viven conmigo y cuya voz llevo haciendo, cuán ventrilocua loca, hace más de cuatro años. Ni que decir tiene que forman un trío "pá echarse a temblar", si las dejo solas un rato, son capaces de “pincharle” el paraguas a Mary Poppins para que no deje la casa de Jane y Patrick…, o echarle pimienta en el café a la Baronesa Schaeder, de Sonrisas y lágrimas, para que deje de una vez que su padre, el capitán Von Trapp, se case con María…
Caperucita y Rosy |
Eso por no hablar de las faenas que le gastan a la abuela –que soy yo-. Bueno, en realidad, nunca hemos tenido clara la cuestión del parentesco: si yo soy la abuela de Caperucita y Rosy, entonces éstas deberían de ser hemanas de Selena…, "y eso no es posible, porque no viven en mi casa" -dice la criatura, con bastante buen juicio-; y si soy la madre de Caperucita y Rosy, entonces ellas serían sus tias... "y ¡cómo pueden ser las tias más pequeñitas que yo...! -dice partiéndose de risa, con su lógica aplastante-.
Ahí tenéis a Selena en plena navegación y a mí "cosiendo y cOntando" |
En fin, yo no tengo ni idea de cómo resolver este embrollo parental. ¡¡Sería bienvenida cualquier sugerencia al respecto...¡¡
Y después de un duro viaje, por fin llega la hora de la cena y plantan a la pobre abuela encima de la mesa sin siquiera derecho a plato: "Vengaaa, porfi, un cuento..." |
Me ENCANTA!!!!!!!!!!!. Qué viva la imaginación, las abuelas, las nietas y el Amor!!!.
ResponderEliminarPues sí, que viva!!!!. Besitos Inma
EliminarQué bonito!!!! Otra manera innovadora de ser abuela en los tiempos que corren. Mi madre también está presente gracias a l teléfono, y ahora, Face Time. Gracias internet!!
ResponderEliminarFace time??? Tengo que investigarlo... Las novedades en las nuevas tecnologías son mi debilidad, y mi nexo de unión con los mios. Internet entró en escena cuando más falta me hacía..... Gracias Miren.
EliminarMenuda sonrisa que me has plantado en la cara!!!!!!!!!! Me ha encantado la historia :-) tiene que ser divertidísimo veros viajando a cualquier lugar del mundo encima del sofa y con toda la familia claro! No tengo claro el parentesco de Caperucita y Rosy, yo creo que son dos primas tuyas que se quedaron pequeñitas porque les gustan mucho las castañas pilongas...jajajajaj! Es que a nosotros nos solían decir que si comías castañas pilongas no crecías! jajajajaj!
ResponderEliminarAhhh muy buena explicación. Ahora entiendo por qué ya mi tia me cantaba la canción de Caperucita ha salido... Ella lo sabía bien, resulta que era su madre..
Eliminar¡ Ay Dios! Que esto lo leen mis primas, lo estoy liando más...
jeje
Eliminarun besazo, prima!!
qué tierno! La imaginación no tiene límites y más las de los críos :) Besos!
ResponderEliminarhttp://modistilladepacotilla.blogspot.com.es
Sobre todo es sumamente divertido, yo me doy unas hartás a reir.... La última visita fue al mar del Sahara!!! Te imaginas??
ResponderEliminarQue maravilla!!! Prolongar todo lo que podáis estos momentos tan mágicos. En este caso la distancia se ha convertido en vuestra aliada. Vuestro ritual me ha recordado mucho a un libro que siempre cogemos en la biblioteca y que le gusta mucho a mi niña, en el que un abuelo y su nieto hacen un fantástico viaje espacial gracias a la imaginación. Te lo recomiendo ( X-leonora, edt.Anaya).
ResponderEliminarGracias por la sugerencia Nora, se lo pediremos a los Reyes. Un besito
Eliminar¡Cómo mola el servicio de tele-abuela! me encanta el viaje sin salir del sofá, bendita tecnología :-)
ResponderEliminarAhhh, hija, las abuelas tenemos ese privilegio, podemos viajar sin tener que preparar tanto cachivache como las mamás... ¡cosas de la edad!.
EliminarFeliz Navidad. Un besito
Si es que estos niños... arriba la imaginación! A los míos es darles una caja y ya tenemos la tarde arreglada! Te acabo de redescubrir (no entiendo por qué no me hice seguidores la primera vez...) y me quedo por aquí!
ResponderEliminarPues si, una caja ¡el mejor regalo¡, y si le añades un par de cordeles para tirar de ella, vamos, el sumum. No se porque nos empeñamos en darles tantas cosas y tan sofisticadas (y yo la primera en entonar el "mea culpa"). Gracias Oiane por la visita. Me encatará volver a encontrarte. Precioso blog el tuyo, para relamerse...
EliminarTodos nosotros hemos tenido algún muñeco especial, el cual nos acompañaba a todas partes, protagonizando muchas de nuestras historias favoritas. Si quieres hacer feliz a tu pequeño, regálale ese muñeco especial, el cual formará parte intrínseca de su más tierna infancia.
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