Una vez encontré en el suplemento semanal de un periódico esta foto.
Gael García Bernal |
Por si no se aprecia bien, se trata del actor mexicano de Amores Perros (2000), El crimen del Padre Amaro (2002), Diarios en Motocicleta (2004), La mala educación (2004), o Babel (2006), entre otras de las más conocidas. En esta ocasión, a este chico tierno-duro, de mirada profunda y sonrisa felina, le entrevistaban con motivo de su última película.
Lo que me cautivó no fué el muchacho -bueno también-, pero sobre todo fué la preciosa manta en la que aparecía envuelto. En ese mismo momento decidí que me haría una igual.
Mis relaciones con el ganchillo siempre han sido yo diría que “distantes”: cadeneta, punto enano, punto medio y poco más, y creo que en alguna ocasión había intentado alguna labor pero con escaso entusiasmo y éxito.
Pero daba igual, ahora quería una manta como ésa, costara lo que costara. Así es que me fui a comprar lanas en los mismos colores, eran perfectos. Sería una manta para taparme en el sofá cuando hace frío, pero suficientemente grande para que me cubriera entera si se daba la ocasión de una cabezada un poco larga…
Y empecé a darle al ganchillo: ensayo-error hasta que dí con algo que se parecía mucho a la manta de la foto.
¡Gracias Gael por la manta que me has regalado...!
Heyyy¡... ahora que me fijo, me gusta tu bufanda, ....bueno, me lo pensaré¡¡
Y no te olvides de pasar por RUMS, verás cuántas cositas lindas encuentras¡¡
Una manta estupenda. La típica manta del salón, en concreto del sofá, te ha arropado toda la vida, incluidas tus mejores siestas. Todos tenemos una manta favorita, con un tejido, una textura y un olor que no se cambiaría por nada en el mundo.
ResponderEliminar