De vuelta de mi visita familiar por el País Vasco, me traigo un montón de cosas, las más, tienen que ver con las pequeñas de la casa. ¡Qué os va a contar una abuela!
Pero emociones aparte, y en relación con el mundo bloguero-costuril, fuí a visitar a Oiane Niebla, sí, esa misma, la bloguera de Costura con Ternura. Visitarla a ella me resultó fácil ya que, como sabéis, recientemente ha abierto una linda tienda de telas, en Astrubudua, cerca de Erandio, así que no tuve más que presentarme cuán simple clienta llegada desde la otra punta de España.
Su tienda es una monada donde tu mirada enseguida se engancha con los brillantes colores de telas, lanas, cintas, hilos... Allí encontré algunos de los fantásticos tejidos de punto de Lillestoff, que hasta ahora sólo había comprado on line, así que pude tocarlas, olerlas y verlas en auténtico directo antes de comprar.
Y ya que estaba allí, ¡cómo no caer en la tentación de llevarme algunas de esas preciosidades para casa¡. La cuestión es que siempre caigo en la misma tentación, a pesar de que me repito una y otra vez que no puedo almacenar tanta tela... Efectivamente, para esto soy un espíritu débil.
Creo que Oiane tendrá mucho éxito en esta nueva andadura, sus artículos son muy bonitos y de gran calidad, y ella es tan encantadora como la vemos en las fotos.
Además de la tienda, propiamente, cuenta con un espacio que destina a taller, donde se imparten clases de costura, pachtwork, etc., y donde a veces se reúne con sus amigas-blogueras-costureras de la zona, se "sientan a coser" y de paso que echan algún que otro pespunte, montan tertulia -elemento fundamental en cualquier reunión que se precie, claro está-.
Ahí dejo constancia de mi visita a Oiane y de mi paso por Astrubudua, posando junto a "la lechera", un personaje que me magnetizó en la infancia y cuyo recuerdo hoy me sigue emocionando.
Y más telas...
Al llegar a casa tenía un paquetito encargado a Telaria, con ese esmero que pone Miren en todos los envíos... (¡Gracias!). Algún patrón, algunas revistas y lino.
Me gusta muchísimo el lino, es un tejido natural, fresco, agradable a la piel. Y aunque, como lino que es, se arruga, lo emplearé en prendas para la parte superior, que siempre resultan más sufridas a la hora de arrugarse, por lo menos evitas las que se forman al sentarte. Cuando vi en las fotos que puso Miren el precioso efecto satinado de la tela, me tiré de cabeza...
Verlo desplegado a la luz, es una hermosura¡¡
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