Hay prendas que se te caen de viejas usadas, y te da una pena inmensa tirarlas por lo a gusto que te has sentido dentro de ellas. Eso me ha pasado, por ejemplo, con un par de suéters que he utilizado hasta la saciedad, pero cuya vida útil ha tocado a su fin.
Pero lo bueno que tiene coserte tu propia ropa es que todavía puedes sacarles más partido: las he descosido y he sacado los patrones. Absolutamente sencillos, sin más que un corte ligeramente entallado y la gracia que puedan tener la calidad y el estampado del tejido.
Así que aquel antiguo se ha reencarnado en el que véis. Le he cambiado el cuello de pico inicial por otro redondo con tira que me gusta mucho más y que sirve como única decoración a un modelo por lo demás bastante austero.
Y es que tengo que empezar a sustituir prendas de armario: unas porque están antiguas por el uso; otras por culpa de unos kilos tozudos que se han quedado a vivir conmigo…
Por cierto, has visto ya lo que hay expuesto en RUMS esta semana?. No te olvides…
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