En los años ochenta mis necesidades manuales tomaron forma con las agujas de tejer: tejí tanto, que no recuerdo un solo día en que me sentara a ver la TV con las manos desocupadas. Fué una época en la que ésta era una actividad muy habitual; en todos los barrios encontrabas una o varias tiendas de venta de lanas, en ovillo o al peso, y las revistas de punto de aguja proliferaron como setas.
Me encantaba ir a comprar lanas: ese festival de colores y texturas me parecía maravilloso. El Gato Negro -en Madrid- era casi un santuario de visita obligada. Me convertí en una friki del punto de aguja. No se me resistía ningún modelo: de sport, de vestir, de verano, de invierno, sencillos, complejos... Acabé dejando de lado las revistas, porque prefería dar rienda suelta a mi creatividad, y el resultado me gustaba mucho más.
Bueno, pues ahora que parece haber un "revival" del punto de aguja, y que algunas amigas blogueras se están iniciando en esta actividad, de mi época tejedora os traigo, un video-tutorial sobre otra forma de rematar el cuello de un jersey, especialmente interesante para los cuellos redondos. Este tipo de cuello suele plantear algunas dificultades si lo cerramos a la manera habitual, ya que no resulta demasiado cómodo para meter la cabeza, por otro lado, si lo forzamos un poco, finalmente se nos acaba desbocando.
Por si no lo conocéis, os propongo un sistema que, además de que visualmente queda muy bien, tiene bastante elasticidad y no se da de sí.
Os lo dejo en formato vídeo para que se aprecie mejor.
El cerrado sencillo resulta poco elástico |
Por si no lo conocéis, os propongo un sistema que, además de que visualmente queda muy bien, tiene bastante elasticidad y no se da de sí.
Os lo dejo en formato vídeo para que se aprecie mejor.