Los patrones digitales han sido la gran solución para mí: permiten resolver en el acto esa "necesidad" urgente que entra a veces -a mí me pasa- de ponerte a la acción ¡ya!. Tienes la idea, vas a comprar esa tela, y quién tiene paciencia para hacer el pedido del patrón y esperar días y días a que llegue?.
El patrón digital, por el contrario, permite lo que por aquí se dice "dit i fet", en un momento lo tienes comprado y descargado ¡qué gran hallazgo!.
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Uno de los patrones digitales de Oliver + S
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Patrón digital de Pauline Alice
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Sin embargo, el otro día una amiga bloguera me decía que a ella le resultaban sumamente antipáticos: el tener que cortar los márgenes de cada una de las hojas para poder pegarlas unas con otras..., luego sacar de ahí el patrón o utilizarlo tal cual (papel demasiado grueso para este menester). Después, incomodísimo para guardarlo por la dificultad del pliegue y lo mucho que abulta; y si al cabo del tiempo tienes que sacar otra talla, vuelta a empezar el proceso.
Y la verdad es que visto así no le falta razón. El primer patrón digital que compré fue para una chaqueta infantil, que -¡vaya casualidad!- estaba hecha toda de una pieza. El puzzle que me salió fue algo bastante difícil de manejar: 22 hojas recortadas y pegadas, de las que ahí doy cuenta:
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A pesar de las apariencias, las tijeras miden 22 cm. de largo. |
Aunque ese era el procedimiento que indicaba el proveedor en las instrucciones, me dí cuenta de que no era un buen sistema: lento, tedioso y poco práctico, así que decidí calcar el patrón directamente desde las hojas impresas, una a una. El proceso es muy sencillo, y con unas fotos se lo intenté explicar a mi amiga; le pareció muy útil, y me dijo que lo pusiera como tutorial. Así es que aquí lo dejo por si le puede servir a alguien más.
La cuestión es ir calcando cada hoja donde termina la anterior, pero con el fin de evitar cualquier distorsión en las líneas -lo que podría suponer un problema importante en las medidas finales-, se reflejan también en el propio papel las coordenadas que sirvan de referencia a la siguiente hoja. Para que se vea fácilmente he tomado el patrón de un canesú infantil, que consta sólamente de dos hojas:
Para que se pueda ver mejor a través del papel manila, he pintado en rotulador rojo las líneas del patrón y en líneas discontínuas azules las que nos sirven de referencia
Evidentemente, coloreo estas líneas exclusivamente para que podáis visualizarlo mejor, pero cuando yo saco el patrón no hago semejante monería, simplemente me limito a marcar las líneas de referencia con una línea más fina o de otro color.
Pues bien, calcamos la Hoja 1
A continuación se toma la Hoja 2, y se superpone a la anterior, alineando cuidadosamente las líneas discontinuas azules, queda así:
Se calca la parte correspondiente a la Hoja 2
Y ¡listo!.
He repetido las fotos con una manga, que tiene cuatro hojas, para que se pueda apreciar mejor
Aquí se han dibujado ya las tres primeras hojas, y en la foto se transparenta la cuarta hoja, que estoy alineando, y todavía no he calcado.
Ahora podemos guardar las hojas impresas para volverlas a utilizar cuando tengamos que sacar otro tallaje, y el patrón en papel manila se puede guardar fácilmente.
Si además de ser más cómodo, contribuimos en algo al cuidado de nuestros bosques, pues ¡mejor que mejor!.