15 nov 2017

Camisetas leones-teléfonos




Me pregunto hasta cuándo dejarán mis nietas que les siga cosiendo?

En qué momento dejarán de verlo todo perfecto y se percatarán de ese escote demasiado desbocado, o esas mangas un poco largas de más?

Cuánto durará ese ritual tras recibir el paquete, de estar todos presentes para abrirlo y buscar rápidamente la "petit couturier" en el interior o exterior de la prenda?

Por cuánto tiempo mantendrán la cándida sorpresa ante el nuevo estampado: gatitos, perros, leones...? -Porque, ellas no entienden de patrones, pero sí de colorines, animalitos y bolsillos-.

Esa prisa por probárselo ya, aunque sea encima del pijama...

Y esa posterior llamada: ¡Abuela, me encanta!.


Creo que es la misma pregunta que se hace cualquier mami que cosa para sus niños. Es más, creo que es la misma pregunta que nos hemos hecho siempre los padres con niños pequeños:

¿hasta cuándo los Reyes Magos?

¿Hasta cuándo el Ratoncito Pérez?

¿Hasta cuándo me dará la mano? 

¿Hasta cuándo los besos en público?

¿Hasta cuándo la inocencia? 




En todo caso, siempre nos parecerá demasiado pronto. Siempre nos acabaremos preguntando ¿Ya?.




Pero ¡ojo!, que no cunda la melancolía. Esto no ha hecho nada más que empezar...😊. Así que ánimo, lo que viene también es interesante e intenso: amigos "abróchense los cinturones..."






Esta preciosa tela de leoncitos parlantes es de Naturtelas. La de rayas comprada en Le Chien Vert y la negra es punto de Coser cosas.



El patrón: es el tripi-repe-tripitido número 3 de Collection privée. Filles & Garçons. Un jersey o camiseta sencilla de manga ranglan, a la que le eliminé el cuello vuelto. Siempre es un acierto.

Gracias lindas, ¡¡¡mira que posáis bien!!!😘😘

8 nov 2017

Chaqueta kimono Vogue 1493

                      

Qué hay en mi armario?

Por curiosidad abro mi armario y lo recorro rápidamente: rayas sólo una prenda -y qué casualidad son rayas muy similares a éstas en cuanto a textura y colores-. Cuadros: ni una sóla. Lisos: únicamente tres -y aún así suelen tener algún detalle como puños o cuello a contraste-. 

Queda claro que salvo las partes inferiores -pantalones o faldas-, prácticamente la totalidad de mi armario son estampados.

Y no sólo entre la ropa que yo me he cosido, que tendría una explicación práctica por la dificultad añadida que supone casar rayas o cuadros, sino que ocurre exactamente igual entre la ropa comprada que aún conservo. Me paro a pensar por qué y realmente no encuentro una razón de suficiente peso.  ¿A alguien más le pasa?


Por fin compro rayas

En este caso, ni siquiera fue una compra deliberada: aprovechando las rebajas, se me tiró a las manos este retal de 2,5 m. de tela de lino con mezcla de rayón, por un montante total de 6 euros, señores!. Su precio original ni qué decir tiene que era ostensiblemente más elevado.

Así es que cargué con él por su caída y su agradable tacto, suponiendo que en el futuro se convertiría en una chaqueta de entretiempo. 

                         

Aprovechando también esos días en que Vogue baja sus precios, me decidí por este patrón que siempre me gustó. Y ambos, tela y patrón, quedaron unidos en mi cabeza.


Aunque el modelo original es de lo más vistoso y elegante, yo pretendía una chaqueta para poder llevar con vaqueros de manera informal, así que la tira delantera, la parte inferior de las mangas y los bieses de las costuras interiores las puse en tela vaquera muy muy finita.


Acerca del patrón y sus modificaciones

Vogue 1493, de Koos van den Akker. Según dicen las indicaciones, se trata de una chaqueta tipo kimono, muy suelta. Corte princesa. Mangas pegadas bastante anchas, ligeramente caídas y rematadas con una pieza doble en forma de tulipán, que es lo que verdaderamente le da el punto original.

                   

                                   

Lleva aberturas en las sendas costuras laterales. Bolsillos incorporados también en dichas costuras. Y, una cosa importante, no lleva forro.

En mi caso he respetado totalmente el patrón, pero he eliminando prácticamente todo elemento ornamental.



😳   Tallaje: Es tan, tan amplio el modelo que como compré las tallas L-XL y XXL  -la mía viene a ser la "L" equivalente a la 16-18- tuve que escalar hacia abajo dos tallas, porque una vez dibujado me asusté de las medidas resultantes. Tengo mis dudas para el caso de un tejido fino, pero desde luego no para el que yo he utilizado. El resultado final creo que es el adecuado, por lo menos para mi gusto.




😩  Bolsillos: Como digo, al tratarse de un tejido más recio que el propuesto, tener los bolsillos mareando dentro de los delanteros no me seducía mucho, creo que abultarían demasiado, así que me decidí por ponerlos de parche.



👼   Adornos: En la foto del patrón los adornos quedan preciosos, le dan un aire superchulo, muy sofisticado y muy en la línea de este diseñador. Se trata de bieses cosidos trazando rayas de forma irregular a lo largo de toda la tira frontal del kimono y en la parte inferior de la manga. Vamos, no era en modo alguno el objeto que yo perseguía, pero en todo caso, es que dudo muy mucho de cuál hubiera sido el resultado final de tanto biés. Y no digo nada de los apliques florales, que pueden parecer estampados en la tela, pero no, son superpuestos. Mi destreza costuril queda muy lejos de tanta perfección.

Así es que, también en linea con mi estilo más bien sobrio😊, dibujé aproximadamente las mismas líneas y las pespunteé con hilo gordito, del utilizado para coser vaqueros. Queda bastante discreto, pero tiene su aquél. ¿Qué os parece a vosotras?.


Los bieses en las costuras interiores le dan un aspecto muy pulido a la prenda, teniendo en cuenta que va sin forrar.


                                 
Que ¿cómo la llevo?

Oye, pues agustísimo las pocas veces que me lo he puesto; encaja muy bien y es comodísima. Puestos a decir, sólo una pequeña pega, y es que estas prendas abiertas quedan estupendas cuando te las pruebas en casa, quieta frente al espejo. Pero cuando sales a la calle, entre el aire y el movimiento andante, se enseñan más las costuras interiores que lo de afuera. O sea sé, que voy a tener que ponerle algún elemento de cierre. 

Recuerdo que hace años había unas manitas de pinza unidas por una cadenita que cerraba ambos delanteros sin tener que coser nada; las manitas se ponían y se quitaban según la ocasión. Pero ahora he buscado y rebuscado y no las encuentro... todo lo que he visto tiene que ir cosido (agradecería cualquier idea, en este sentido).


Pues esto es todo por hoy. Me he extendido un poquito pero es que he encontrado pocas reseñas de este patrón, así es que si pueden contribuir en algo mis explicaciones, ahí quedan. 

Acabo de darme cuenta de que es miércoles, así que voy a enlazar por primera vez con El Club de las Malas Costureras. Besitos¡¡¡


15 oct 2017

Bata escolar


👩- Pero por qué no quieres ir al cole?, siempre te ha encantado.

👧- Es que ahora en Primaria, como ya somos mayores, el patio es un lío desorganizado. Unos niños chillando, otros corriendo, las pelotas volando, y no me dejan tranquila...
                           

Así es ella: capaz de soportar la música estridente pero no los gritos ajenos -para pulmones, los suyos-, minuciosa, perfeccionista, risueña y un poco llorona.

Necesitaba una bata para las clases de manualidades, pero no permitió que su mamá la comprara:
-Mejor me la hace la abuela,  seguro que es más divertida.


Pues sí, el procedimiento es bien sencillo: encargo, diseño, ejecución, paquete y finalmente envío.  Después, cuando se pueda, fotos de vuelta para comprobar resultado final.  Vamos, nada comparado con entrar en la tienda de la esquina y comprarla allí 😄. ¡¡Qué aburrido!!

Así es que siempre publico con retraso, ¡¡cosas de las distancias!!


Cuadrito de vichy de tamaño medio en azul muy oscuro y blanco.  La idea es que fuera "sufridito", pero para darle un poco de luz y color le puse su nombre con aplicaciones de tela en el canesú (al parecer eso es lo que más le ha gustado...).


El cuello tipo "peter pan" con tela de gatitos.


Bolsillos:
Cuántos más mejor. Siempre hay cosas para guardar en ellos: pinturas, pinceles, trozos de ceras, papeles de caramelos, alguna hojita de árbol o esa piedrecita preciosa encontrada por ahí...



¡No subestimes el bolsillo de un niño!. Siempre resulta sorprendente y hasta emocionante vaciarlos estudiarlos cuando irremediablemente hay que echar la prenda a la lavadora:

- Pero para qué quieres esto..., lo otro...? 
Y para todas y cada una de las menudencias encontradas habrá una explicación absolutamente plausible que hará imposible deshacerse de ella.


30 sept 2017

Adiós a RUMS. Vogue 8962


RUMS-España se acaba¡. Echaremos de menos ese repaso semanal de los jueves por los Blogs costureros. Esa costura hecha "por y para nosotras" que Mara nos proponía hace tres años, y que yo creo que todos estábamos esperando porque caló inmediatamente.

Ella fue quién lideró esta iniciativa importándola de Alemania, y quien la ha mantenido viva hasta el momento. A ella debemos agradecer el haber cosido de forma "egoísta" y, lo que es mejor, ¡sin remordimientos-de-conciencia!.

Ilustración de Mónica Carretero, encontrada aquí

En mi caso concreto he conseguido reponer mi armario cuando mi ropa anterior ya había quedado fuera de talla. He contado, y exactamente me salen 39 prendas blogueadas con la etiqueta de RUMS, aunque cosidas fueron algunas más... Estoy segura de que si hubiera tenido que comprarlas, ni por asomo hubieran sido tantas; y también estoy segura de que si Marie-Kondo echara un vistazo haría una buena purga, a mí por el momento me falta el ánimo suficiente.

En fin, que en muchas de nuestras casas los sufridos maridos respirarán por fin. Aquellos que vieron reducida su cuota de armario en favor de la nuestra. Esas camisas que ya se sobreponían de dos en dos o de tres en tres en cada percha para ganar el justo espacio que requerían nuestras maravillosas camisas, camisetas, vestidos...



Pero aparte de esta cuestión que no deja de ser meramente utilitaria, ha sido francamente bonito ver como costureras-blogueras profesionales, aficionadas o principiantes nos "sentábamos a coser" juntas, en esta suerte de corro de vecindad que unía todos los puntos de la geografía del país, consiguiendo que la costura dejara de ser una actividad solitaria -tú y tu máquina de coser- para convertirse en un juego colectivo.

Coser en compañía: esa fue la idea que inspiró el inicio de este Blog, y que gracias a RUMS se ha visto más que cumplida.


#Gracias Mara
#Gracias RUMS

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Para mi última prenda de RUMS traigo este suéter Vogue 8962, que estaba esperando turno desde hace meses. Ha sido una versión de tanteo para verificar medidas porque, francamente desde el patrón no resultaba fácil hacerlo.


Solamente la he acortado unos seis centímetros porque no la quería tan larga, por lo demás no he tenido que retocar absolutamente nada (he utilizado la talla 18).



La espalda lleva un canesú al hilo y la parte inferior se prolonga de forma oblicua hacia el delantero y además va cortada al biés  lo que aumenta bastante su holgura. El bajo tiene forma curvada, no se si se aprecia bien en las fotos.


Es ideal para combinar distintos estampados o para jugar con las rayas. También hace un efecto estupendo separar las piezas con un vivo. 



El sobre incluye también falda y pantalón. Recomendable, muy recomendable.

El tejido de rayas del delantero procede de Le Chien Vert, de Bruselas; y la tela negra es una viscosa fantástica comprada en Telaria.



18 sept 2017

La casa familiar y la antigua máquina de coser

La casa


Volver a la casa familiar después de años, ya deshabitada porque los padres no están, siempre produce una punzada en el estómago.


Poseen esa armonía artificial de los lugares desocupados: todas las estancias recogidas, ordenadas, los cojines bien colocados en ángulo sobre el sofá, las persianas bajadas, la luz desconectada...


Aparentemente todo está igual. Todo perfectamente cuidado. Siguen los mismos objetos decorativos, muchos de ellos regalos que los hijos fuimos haciendo a lo largo de los años. Las fotos de los nietos, pequeños o adolescentes, todas bien enmarcadas ocupando repisas, chimenea, mesitas; unos niños que ya son adultos y que a su vez ya tienen otros niños.


Y un calendario -¡tan simbólico!- recordando el último año de vida efectiva en la casa.

De pronto, cuando la luz del sol lo inunda todo, te das cuenta de que no, no está igual. Ahora recuerdas que en su día hubo que aligerar: desprenderse de todo aquello que abigarraba armarios, cajones, paredes. Pocos papeles en el escritorio; pocos cuadros en las paredes bien pintadas; muchas perchas colgando vacías en los armarios; las cuerdas del tendedero resecas.


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El hallazgo


Por qué sería que en esta ocasión elegí ese cuarto para dormir, el que siempre fue más frío y desusado de la casa. Tal vez por el inusual calor que todavía a finales de agosto seguía apretando. Tal vez porque estaba ella...


Sí, ahí estaba, durmiendo sosegadamente en su mueble.


La cubría una antigua colcha blanca de algodón que colgaba hasta el suelo y, sobre ella, unos platos decorativos de Talavera de los que "entonces" se fueron retirando de las paredes.


La cuestión es que a pesar de estar protegido por un plástico de burbujas, me pareció adivinar lo que parecía ser un pedal.

Era una Sigma, modelo A-107-1, con el cabezal empotrado en el mueble. Luego supe que hacía muchos años -más de treinta- que Mary, mi suegra, no la había utilizado. En todo caso, se la veía poco usada y en muy buenas condiciones de conservación. Sólo los metales un poco ennegrecidos y el cabezal cubierto con una ligera película de polvo pegajoso.


Este modelo comenzó a fabricarse en Elgoibar (Guipúzcoa) a partir de 1946, por la Empresa Estarta y Ecenarro. Aunque la máquina no lleva el año de fabricación, parece que es el primer modelo de máquinas de coser de esta Empresa que, hasta entonces, se había venido dedicando a fabricación de material bélico.


En la familia debió adquirirse en los primeros años 50.


La puesta a punto:

Una limpieza externa del cabezal y metales y un engrasado minucioso: bote de aceite, manual de instrucciones a la vista, bobinas de hilos, agujas, canillas, tijeras.







Para ajustar la tensión del hilo

Palanca para controlar la longitud de la puntada










Y, de pronto, pareció desvanecerse toda esa quietud: la suavidad de la maquinaria funcionando, la aguja subiendo y bajando, el soniquete del pedal...

El sol ya entraba por los ventanales aunque a esas horas las mañanas de Castilla todavía son frescas. Dentro de un rato saldría al monte a caminar, pero ahora me deleitaba escuchando la máquina. Creo que la casa también.



Dejo para mí el torrente de emociones vividas en este viaje. Hoy sólo quería hablaros de la máquina.