Ya os conté en otra entrada anterior, como me cautivaron los patrones de Cake Pattern en cuanto los ví. Su diseñadora deja de lado la metodología de tallaje ordinario, y adopta otra según las medidas de distintas partes del cuerpo.
Me gustó mucho el Tiramisú, aunque su falda tan ancha no era para mí. Pero cuando salió el Red Velvet decidí que sería mío.
Quienes se acerquen por primera vez a este sistema, deberán tomarse con un poco de calma la ejecución del patrón, y mirar muy bien las instrucciones antes de empezar. También recomiendo seguir el Sew Along organizado que ayuda bastante. Y ya que estamos, creo que vale la pena leer algunos de los comentarios que hacen las participantes, sobre todo esta experta costurera del Blog Stitches and Seams (fundamentalmente si estamos en una talla tirando a grande: 40 ó más según el tallaje del patrón). Coincido con esta participante en que el patrón necesita depurarse un poco todavía: por ejemplo, sería muy útil que se indicara un porcentaje de stretch como referencia, para poder aplicar un coeficiente reductor según el tejido empleado.
Quienes se acerquen por primera vez a este sistema, deberán tomarse con un poco de calma la ejecución del patrón, y mirar muy bien las instrucciones antes de empezar. También recomiendo seguir el Sew Along organizado que ayuda bastante. Y ya que estamos, creo que vale la pena leer algunos de los comentarios que hacen las participantes, sobre todo esta experta costurera del Blog Stitches and Seams (fundamentalmente si estamos en una talla tirando a grande: 40 ó más según el tallaje del patrón). Coincido con esta participante en que el patrón necesita depurarse un poco todavía: por ejemplo, sería muy útil que se indicara un porcentaje de stretch como referencia, para poder aplicar un coeficiente reductor según el tejido empleado.
En mi caso, tuve que modificar algunos aspectos –que la propia diseñadora ya recoge-, a saber: rebajar la línea de hombro en 2 cm., ya que aparece una forma muy pronunciada, y aumentar el largo de busto en 7 cm.
Muselina para verificar medidas |
Conseguí dar buen ajuste al cuerpo, pero como decidí desistir del pliegue en tijera de la falda, empecé a ensayar: con un frunce mas ligero, con un pliegue lateral menos profundo, con un pliegue central sencillo...
Ninguno de ellos me convenció, así que finalmente, acabó en una falda tipo lápiz con dos pinzas, que creo que es la que mejor me sienta. Parece simple, pero mira que me cuesta realizarme a mí misma un buen ajuste, caramba¡¡¡. Y aunque un poco desnaturalizada, ahí tenéis mi "trabajada" versión del Red Velvet. (Diréis que tampoco es para tanto..., y seguro que lleváis razón).
No sé si con el estampado se podrán apreciar bien las líneas del vestido. Pero ahí dejo constancia de que, finalmente, el “Red velvet” no pudo conmigo.
Comodísimo: te permite bastante libertad de movimiento |
Tenía mis dudas sobre si este tipo de falda en punto se deformaría demasiado al sentarse. Pero ahí estamos el vestido y servidora, después de una jornada entera de despacho, y como si tal cosa...
¿Qué os parece?
¡Ahh, y aunque estéis de vacaciones, no olvidéis echar una ojeada a lo que nos ofrece RUMS España esta semana!